martes, 22 de octubre de 2019

PRIMERO LO PRIMERO, EL PRIMER PUEBLO MÁGICO


EL PIONERO EN LOS PUEBLOS MÁGICOS



A la derecha de este callejón encontraremos la plaza principal del Pionero de los Pueblos Mágicos, un paraíso ubicado en el corredor de la montaña del estado de Hidalgo, un lugar lleno de encanto y magia única. Este pueblito se encuentra a tan solo 2 horas y 15 minutos de la Ciudad de México, más o menos a unos 125 km, ¿No es mucho verdad?, algo que seguro recorriste algún día para visitarlo; ¿ya tienes una idea de qué pueblito se trata?, si aún no sabes el nombre de este pueblito o lo estas dudando, te daré más pistas…


El pionero de los pueblos mágicos, es reconocido por las varias ex haciendas que aun conservan el 90% de sus cascos originales, es decir, aún conservan mucha de la arquitectura que caracteriza a estas ex haciendas, pero no solo por eso es reconocido, tiene muchos parques ecológicos en donde puedes acampar, realizar caminatas, hacer recorridos en lanchas, bueno, una infinidad de actividades; ¿Ya sabes de que pueblo estamos hablando?, nada más y nada menos que de HUASCA DE OCAMPO, así es, este pueblo que alberga tanta arquitectura, naturaleza y magia de nuestro México, es el primer Pueblo Mágico que entro en el programa del Gobierno “Pueblos Mágicos”, ¿lo sabías?



Huasca de Ocampo fue denominado “Pueblo Mágico” en 2001, le siguieron pueblos como Tepotzotlán y Real del Catorce, pero Huasca de Ocampo fue el primero de primeros. Fue nombrado Primer Pueblo Mágico porque tiene todo lo que representa a los “Pueblos Mágicos”, tiene arquitectura que fomenta el turismo, naturaleza, tradiciones, cultura y sobre todo importantes construcciones que marcaron nuestra historia.



Te imaginas poder aprender del lugar en donde podrías pasar una noche, Huasca de Ocampo lo pone a tu alcance; en una Ex Hacienda construida en el siglo XVIII puedes hospedarte, es algo verdaderamente increíble, la Ex Hacienda de San Miguel Regla es una construcción de hace siglos, pero que sin duda es una experiencia única; esta ex hacienda conserva más del 50% de su arquitectura principal, tiene espejos de agua que la rodean, unos arcos que forman parte de los patios principales y aún conserva sus hornos de donde era extraída la plata; algo que sin duda es representativo de nuestra historia y que los habitantes de Huasca supieron utilizar a su favor para fomentar el turismo.







Pero la ex hacienda de San Miguel Regla no es la única que está en Huasca de Ocampo, existe otra como la Ex hacienda de Santa María Regla (a la izquierda), fue la primera hacienda de beneficio de plata que existió en toda Latinoamérica, aun conserva parte de sus patios principales y una magnifica capilla que tiene una fachada de estilo barroco sobrio; le sigue otra hacienda, la Hacienda de San Juan Hueyapan (a la derecha), esta hacienda es la más antigua de la región, fue fundada en 1550, por Pedro de Paz sobrino de Hernán Cortés, se considera una “Hacienda Madre” por ser agrícola y ganadera, pues la hacienda proporcionaba todos los suministros a los alrededores. Conserva gran parte de su estructura original como tabernas, caballerizas, establos y una capilla.

Con tantas Haciendas es imposible no querer visitar Huasca, imagina cuanta historia no te podrían contar sus rincones y su arquitectura, visitarlas es un deleite.

Otro lugar emblemático de Huasca de Ocampo son los Prismas Basálticos, estos prismas son columnas geométricas de basalto (roca volcánica) ubicadas al pie de una barranca por la cual corren aguas de la presa San Antonio, los Prismas son una de las 13 maravillas de México.



Y así podría pasarme escribiendo y escribiendo sobre las magnificas obras de arte que nos regala Huasca, pero no acabaría, les presente esto como lo principal porque es por esto que Huasca fue el Primer Pueblo Mágico y fue bien elegido pues, respeto su arquitectura, fomento el turismo y lo más importante, porque al visitarlo, sentimos tranquilidad, magia y felicidad y eso es lo principal que nos deben transmitir nuestros pueblos, identidad y orgullo, al recorrer las calles, al conocer a su gente, sus lugares emblemáticos y mágicos, sentimos más ganas de conocer lugares así, sentimos ORGULLO POR NUESTROS PUEBLOS y por la CULTURA QUE NOS COMPARTEN.

¡Saliendo de un Pueblo Mágico salimos siendo más cultos y felices!